A pesar de que la creación de videojuegos tiene un fuerte componente creativo y artístico es, en último término, al igual que la literatura y el cine, una industria que depende de manera estrecha del consumidor.
Cualquier persona interesada en el desarrollo de juegos como salida profesional debe tener siempre en consideración al público al que dirige su obra. No se trata de crear para ellos anulando la visión del creador, sino conocer sus hábitos, gustos e intereses para hacer esta misma visión mucho más atractiva. Por eso, desde el Máster en Videojuegos de la Universidad de Málaga, queremos que nuestro alumnos tengan serias nociones del perfil que tendría su inmediato consumidor: el aficionado a los videojuegos en España.
Los videojuegos son la primera opción de ocio audiovisual en nuestro país por lo que no es de extrañar que el 40% de la población -lo que supone 14 millones de personas- dediquen tiempo semanal a esta afición.
El análisis por género es el que resulta menos interesante. Tenemos casi las mismas oportunidades de encontrar detrás de los mandos a mujeres y a hombres dato muy sorprendente teniendo en cuenta que la amplia mayoría de campañas publicitarias se dirigen a un público exclusivamente masculino lo que indica, según algunas distribuidoras, que las mujeres resultan un tipo de aficionado silencioso aunque más activo.
Si separamos a los gamers por edades las conclusiones son variadas. El grueso de jugadores se encuentra en la franja de los 14 a los 35 años, aunque cada año el intervalo crece por ambos extremos.
Los adolescentes, menores de edad, son el grupo que más horas dedica a la consola, más de cinco semanales, y que más variedad de géneros de videojuegos toca y conoce. Quizás sea eso lo que explica el dato de que el 72% de estos nativos digitales se declara “aficionado” y admite jugar más de 5 horas cada semana.
Los adultos, especialmente los que ya han fundado su propia familia, dicen dedicarle menos horas a los juegos, sin embargo, son los que tienen un hábito más marcado: juegan exclusivamente por las noches, y fines de semana, aman los multijugadores y reconocen no estar tan pendientes de las novedades como hacen los más jóvenes.
Si analizamos las plataformas favoritas descubrimos que el PC es el rey, distanciándose cada vez más de las consolas. Los teléfonos y las tablets ganan cada vez más adeptos, especialmente entre los jugadores que se conocen como “casuals”, que disfrutan con juegos de mecánicas sencillas con un fuerte componente adictivo.
Por último, es importante conocer los géneros favoritos de los españoles. Los juegos de aventura y estrategia son los favoritos entre el público mayoritario pero se observa una tendencia, especialmente en los juegos para móviles, hacia el consumo de juegos de puzzles y juegos sociales y narrativos.
La industria de los videojuegos mueve cerca de 1.000 millones de euros anuales y es una de las que mejor previsión de crecimiento tiene para los años venideros, por eso, tener una formación especializada en el campo supone, tanto una ventaja, como una inversión en el futuro.