Es un hecho que los programadores profesionales parecen sentirse especialmente cómodos usando teclados mecánicos. La mayoría de ellos aconsejan estos por encima de los membrana u otros sistemas más modernos y las razones que dan son variadas.
Algunos parecen disfrutar del sonido (el típico click mecánico) que se escucha al pulsar cada tecla. Acostumbrados, necesitan esa confirmación acústica de que se ha pulsado correctamente y que el trabajo sigue adelante. Otra razón que suelen argumentar es que los teclados mecánicos son mucho más resistentes y de mejor calidad por lo que, dado el uso continuo que le va a dar al periférico, termina siendo a la larga mucho más cómodo y económico a pesar de que el desembolso inicial suele ser mayor.
Debido precisamente al precio, lo primero que debemos de hacer antes de decidirnos por un teclado es marcarnos un presupuesto. El rango de precios entre teclados es bastante amplio y, sabiendo cuánto estamos dispuestos a gastar, limitaremos las opciones y ahorraremos bastante tiempo en la búsqueda.
Además de los materiales de fabricación, debemos prestar especial atención al switch, esto es, el mecanismo que, individualmente, se sitúa debajo de cada tecla y determina la presión a aplicar, el sonido y la “textura” que tendrá nuestro teclado.
Entre los programadores, el switch más popular es el Cherry MX Blue que, además de un fuerte ruido, también proporciona una dureza media que se incrementa a lo largo del recorrido, generando su textura tan característica.
En cuanto a tamaño, el criterio a seguir es la comodidad. Dado que la programación requiere mucho tiempo, si por cuestiones económicas escogemos un tamaño compacto puede ser que acabemos arrepintiéndonos a los pocos días. Los teclados tenkeyless, que prescinden del cuadro numérico, pueden ser una buena solución intermedia.
Muchos otros factores, como el tipo de impresión en la tecla o el plástico con el que se fabrican las keycaps son irrelevantes en un principio. Desde luego no una prioridad si el presupuesto es limitado.
Para acabar, hablemos de la conexión al PC. La mayoría de teclados mecánicos se conectan mediante USB siendo marginal la cantidad de ellos con otro tipo de conexiones o con función inalámbrica. Esto se debe a que los teclados mecánicos tienen un sistema, llamado Key Rollover (RKO), que permite pulsar hasta seis teclas a la vez y sólo la conexión USB puede soportar el software que hace esto posible.
En general, el RKO no es muy necesario para programadores pero la conexión USB es la que se recomienda de manera mayoritaria.
Aplicando estas premisas seguro que conseguimos reducir las opciones. En ocasiones, lo realmente difícil, es encontrar el teclado que nos gusta en español.